Adiós Juande, traidor...

Yo hablo por mí. No presto mi boca.

Después de los rumores de hoy, yo no quería ver más a Juande Ramos en el banquillo del Sevilla FC. Aún no había presentado su dimisión pero yo no podía aguantar en el banquillo del club de mis amores a un tipo que llevaba jugando a varias bandas desde el pasado verano. El que calla otorga reza el dicho y el silencio del últimamente chulesco provinciano de La Mancha me tenía más que hartito.

No hace ni una semana le comentaba por teléfono a un amigo que Juande podría ganar con el Sevilla FC cinco títulos más pero que el cariño de la afición no lo tendría nunca (¿te acuerdas Nacho?). Reconocimiento si, cariño no, porque él nunca lo ha dado, ni al Sevilla FC, ni a su Consejo de Administración ni a la afición… y cada cual recoge lo que siembra. Su “profesionalidad” tapaba las carencias como persona de un tipo que, tarde o temprano, tendría que mostrar la verdadera cara que tenía, y maldita la gracia que me hace que haya elegido enseñarla a estas alturas de competición.

Váyase usted con Dios, Juande, que yo me quedo con mi Sevilla FC.

Y en estas que estamos los que nos quedamos, no me queda otra que pedir el apoyo total e incondicional no ya para el Consejo de Administración del Sevilla FC, sino particularmente para su presidente, Don José María del Nido Benavente. Se van a cargar las tintas contra él mucho más vehementemente de lo que lo han hecho este medio día esos pobres diablos dotados de micrófonos y de muy mala leche. Esos pobrecitos gacetilleros que intentan tirar mierda constantemente encima de un hombre cuyo pecado ha sido salvar de la especulación, de la ruina económica, deportiva e histórica al club al que amo. Ese presidente que tiene en su expediente negativo con la prensa el hecho de haber puesto murallas donde antes era un cortijo sin vallar. Ese presidente que jodió vilmente a los des-informadores deportivos de esta ciudad al sacar del club a su fuente “familiar” de información. Ese presidente que hundió el negocio del tito del gacetillero que quería dejar el Sánchez-Pizjuán como un solar. Ese presidente al que se le ofrecieron algunos de los machacas panfletistas que hoy día lo ponen a caer de un burro porque Del Nido no quiso meter morralla en el club al que tenía que presidir.

Esos son algunos de los pecados de José María del Nido Benavente.

Juande Ramos se va. José María del Nido se queda.

José María del Nido Benavente, uno de los nuestros, uno de “los de colorao”, que diría mi amigo Tato.

¿Qué se va el mejor entrenador de la historia del Sevilla FC?, pues si, es innegable. Pero se queda el mejor presidente de la historia del Sevilla FC. El mismo presidente al que los panfletistas locales intentaron tumbar cuando la salida de Joaquín Caparrós del banquillo de Nervión y a quienes Juande Ramos dejó sin argumentos. El mismo presidente que va a ser objetivo de caza y captura de la infame e infumable prensa deportivo-amarillenta de esta ciudad y a quienes, no me cabe la menor duda, van a volver a meterse sus palabras por donde terminan huyendo sus conspiraciones. ¿Que por qué estoy tan seguro de lo que digo?, pues porque Juande Ramos se va, pero el trabajo de tantos años de los “Del Nido Boys” se queda y eso si que es importante.

José María del Nido Benavente, uno de los nuestros, uno de “los de colorao”, que diría mi amigo Tato.

Que nadie olvide nunca que Juande Ramos ha demostrado ser un pesetero, traidor, mala persona… y que visto lo visto, cuanto más lejos mejor.

Muy bueno su trabajo, Juande, mientras trabajó para nosotros.

Nada más que agradecerle… que pena.

Pero que nadie olvide nunca que Juande Ramos se fue, no lo echaron.

Que nadie olvide nunca que José María del Nido Benavente es uno de los nuestros, uno de “los de colorao”, como diría mi amigo Tato…

Volvamos a ser nosotros

Creo que ya está bueno lo bueno.

La muerte de Antonio Puerta ha sido un golpe muy duro para todo el que sienta en sevillista, sobre todo para aquellos que convivían con él día a día, en cada partido, en cada entrenamiento, en cada concentración.

El recuerdo de Antonio Puerta para todos los sevillistas de grada estará por siempre ligado a cada entrada al estadio, a cada pensamiento en rojiblanco, a cada cántico de gol, a cada palmada, a cada cabalgada por la banda izquierda de un jugador con San Fernando, San Leandro y San Isidoro sobre su corazón.

El Sevilla FC parece que ha perdido el norte desde aquel fatídico día en el que Antonio abandonó el terreno de juego sin dejar que la muerte lo tumbara ante miles de los suyos pero que no consiguió vencerle la partida final.

Muy emotivo el acto de cada equipo rival en Nervión de depositar un ramo de flores en Gol Sur. Más emotivo aún el silencio sepulcral del minuto dieciséis al diecisiete donde el crujir de las cáscaras de pipas y las voces del terreno de juego y banquillo son el sonido protagonista. Muy bonito los cánticos a Antonio Puerta durante el encuentro…

Pero ya está bien.

La vida sigue y hay que disfrutarla. Como la disfrutaba Antonio. No se puede disfrutar la vida si nos empeñamos en lastrarnos voluntariamente. El vestirnos de negro no significa que sintamos más una pérdida que el que no lo hace. No hace falta que venga nadie de afuera ni de adentro para recordarnos nada.

Las penas, para los presos.

Vamos a empezar de nuevo. Vamos a volver a ir al Ramón Sánchez Pizjuán con la ilusión desbordante de hace pocas fechas, con la pasión sevillista hecha grito contra los rivales y motivación mayúscula para los nuestros. Durante los partidos, leña al mono que es de goma.

La mala racha de juego y resultados tiene muchos culpables y los que ocupamos las gradas de La Bombonera no estamos exentos de culpa. Vamos a aparcar las reivindicaciones y los enfrentamientos internos. Vamos a apoyar a muerte a este Consejo de Administración que si algo ha hecho mal ha sido darle tal impulso al Club que no hemos sido capaces de seguirle el ritmo. Vamos a ponernos del lado de ese Cuerpo Técnico que si algo ha hecho mal ha sido darnos tanto en tan poco tiempo, haciéndonos olvidar la realidad histórica de este club, esa cruda realidad que hace bien poco obligaba a vender entradas a 500 pesetas o regalárselas a los acompañantes de los socios. 20000 personas habitábamos en el Ramón Sánchez Pizjuán cada jornada y no fallaba la voz de ninguno por muy torcido que nos pusieran el camino.

Si supimos aguantar y salir de De Caldas, Escobar, Carrión… ¿no vamos a saber sacar esto adelante entre todos?

El recuerdo del 16 siempre en nuestro corazón, pero vamos a dar una tregua a la memoria durante los noventa minutos de juego.

No más flores, no más silencios, no más enfrentamientos…

A partir de ahora, en Nervión no debe salir el Sol por la mañana… lo tenemos que sacar nosotros.

Todos a una, como en las celebraciones.

Y el que no esté por la labor… ¡¡que lo coja el toro!!