Betis 2 - Sevilla 1 - Lorencito 0

Siempre supe que era una mala persona. Sus gestos, cobardes en múltiples ocasiones, lo delatan como tal. Nunca le he negado el tratamiento de Don antepuesto a su nombre, o el inmerecido título de Señor aplicado de la misma forma. Pero a partir de hoy se acabó la buena educación. A partir de hoy, por reiteración constante de este tío del que hablo, se acabaron las buenas maneras.

Estoy hablando del Lorenzo Serra, el pequeño técnico del Betis. El veleta. ¿Que por qué digo lo del veleta? Pues verán ustedes, este tío resulta que viene a entrenar al club de la Palmera y dice que se llama Lorenzo y que es muy bético, pero resulta que se fue una vez al Barcelona y el tío gritaba que era culé hasta el pescuezo. Incluso dejó de llamarse Lorenzo para hacerse llamar por Llorenç, Tal vez buscando el reconocimiento político de la grada, porque el de técnico no lo tuvo en su corta etapa como entrenador en el FC Barcelona.

El Serra ha perdido, para mí, el noble gesto de tratarlo con educación, porque él ha demostrado ya bastantes veces que no tiene la más mínima educación y saber estar ni dentro ni fuera de los terrenos de juego.

Hoy, la última, la que colma el vaso.

Su equipo mete el segundo gol a las puertas del término del primer tiempo del partido y no tiene otra forma de celebrarlo que girándose hacia el banquillo sevillista y hacer gestos ostensiblemente provocativos.

Me da más pena que rabia su actitud, la verdad, porque demuestra muy poca clase personal para la edad que tiene. Si no ha aprendido ya los más mínimos modales, no creo que lo haga nunca. Por otra parte, eso es más cuestión intrínseca que de aprendizaje.

Es que este tío es el mismo que en una ocasión, teniendo su coche mal aparcado y por lo tanto multado, se dirige al Policía Local que realizó la oportuna y correcta denuncia y le dice: “Es que soy el entrenador del Betis”. Tócate los cojones. Como si eso fuera eximente alguna. Tras comprobar como, haciendo bien su labor, el Policía Local no se deja influir por semejante tipejo, el tío bajito con bigote hitleriano y entrenador de fútbol levanta los brazos en alto y con voz en grito empieza a decir: “Si hombre, detenedme, detenedme. Mirad, mirad béticos, que me quieren detener por tener mal aparcado el coche”. Como diría Tamara “la mala”, patético.

Es que este tío es el mismo que la formó el año pasado en el Ramón Sánchez Pizjuán con Joaquín Caparrós en el banquillo sevillista, en el famoso derbi de las camisetas, del cual todavía me pregunto yo como un equipo profesional de fútbol puede acudir a jugar como visitante a un estadio llevando tan sólo una equipación en la maleta.

Es que este tío es el mismo que tras la conclusión del Sevilla-Betis de esta misma campaña 05/06, con resultado final de 1-0 cuando los verdiblancos jugaron hasta con dos jugadores más sobre el campo, se fue para Cristóbal Soria y, aprovechando el tumulto porque cara a cara es tan cobarde como las ratas, le propinó una patada en el tobillo al delegado del Sevilla FC que provocó incluso que este cayera al suelo. En rueda de prensa va el tío y suelta que “él debe reflexionar sobre lo que ha sucedido”, refiriéndose a Cristóbal Soria.

Con esa carita de viejo simplón, hay que ver lo que esconde el condenado… (perdón, que el condenado es su presidente)… lo que esconde el gachó.

Pero bueno, dejando al lado las miserias, el partido de hoy lo hemos perdido.

¿Y qué?

¿Es que acaso es el Sevilla Fútbol Club quien debe justificar toda una temporada futbolística en un partido como este?

¿Es que este resultado va a hacer que el Sevilla Fútbol Club deje de jugar el próximo jueves el partido de vuelta de Cuartos de Final de la UEFA CUP al que vamos con un marcador ventajoso de 4-1 y con todas las posibilidades del mundo para meternos en Semifinales de esa competición?

¿Es que acaso el resultado de hoy nos saca de los puestos de privilegio de la Liga?

No nos perjudica lo más mínimo. Es más, el resultado ha sido hasta bueno, porque en caso de empate con el Betis al final de la temporada, nos ponemos por encima de ellos gracias a que el gol average lo tenemos a nuestro favor, y lo mismo eso nos da la UEFA del próximo curso liguero, por tercer año consecutivo, algo que muy pocos equipos, poquísimos diría yo, tienen el placer de pregonar por esta España futbolera.

Si, hemos perdido, 2-1, ¿y qué?

Yo ya pienso en el partido del jueves. Ese sí que me quita el sueño. El de hoy les aseguro que no me dejará en vela.

Según iba yo montado en mi coche camino de mi casa tras ver el partido en el bar de mi amigo Arregui, me he cruzado con mi compadre José Manuel, que hacía el mismo camino que yo pero andando. Parado en el semáforo, pitos de delante y de detrás de mi coche no permitían que escuchara bien a mi compadre mientras me decía ¿dónde juegan ellos el jueves?...¿ya se han salvado del descenso?...

Yo entonces saco mi cabeza por la ventanilla, porque yo si que puedo sacar cabeza y pecho si me da la gana, que la magnífica temporada de mi equipo me da derecho a hacerlo, y con el brazo izquierdo levantado le grito “¡¡HASTA LA MUERTE!!”, a lo que mi compadre me responde desde la acera con el mismo gesto y las mismas palabras, “¡¡HASTA LA MUERTE!!”.

Pues eso señores, que HASTA LA MUERTE, y que este partido no interfiere para nada en el rumbo marcado por el equipo de nuestros amores. Ni tan siquiera supone un traspiés, aunque seguro que mañana alguno escribirá o comentará que se ha perdido un partido clave para estar mucho más arriba.

El próximo jueves tenemos partido europeo mientras otros estarán viendo cualquier mamarrachada en televisión o engañándose a sí mismo jugando a la PlayStation.

Porque hay gente “pa tó”.