Tacita a tacita

Como decía Carmen Maura en un anuncio más antiguo que los balcones de palo.

Paso a paso, como se dice actualmente.

Cualquiera de estos términos es válido para definir los dos últimos encuentros del Sevilla FC en la competición liguera.

Se salvó un punto ante el Zaragoza en el Pizjuán hace una semana y se jugó ayer un partido en Riazor ante el Deportivo de la Coruña, con la mente puesta en la histórica cita que les ha tocado vivir a los actuales integrantes del primer plantel sevillista, para conseguir otro puntito que sumar al casillero.

Tacita a tacita…

Porque por muchos fantasmas que algunas quieran ver, este equipo sigue en puestos que dan derecho a jugar competición europea el año próximo, a nueve puntos del segundo clasificado en la tabla, a seis del cuarto puesto que da derecho a jugar la Champions League del próximo curso, a un punto de diferencia con el equipo que tenemos por arriba, a dos del que tenemos por abajo y a cuatro del siguiente que no es otro que todo un Villarreal que es, hoy por hoy, semifinalista de la Champions League.

Porque a falta de cinco jornadas para el término del Campeonato Nacional de Liga hay equipos que ya no podrán quedar matemáticamente por encima del Sevilla FC. Más concretamente a partir del puesto número doce de la tabla hacia abajo, zona en la que nos encontramos, para más escarnio sevillista, al actual campeón de la Copa del Rey de este año y al del año pasado, a equipos que han jugado alguna vez finales europeas y equipos que han jugado la Champions League.

¿Hay quien dé más?

Las carreritas no traen nada bueno.

El trabajo del club en todos sus estamentos está dando sus frutos día a día, año a año, y los éxitos tienen que llegar seguro, pero esos no se consiguen haciendo números mentales, se consiguen trabajando, aunque a veces el trabajo no se vea recompensado como se merece.

Pero eso nos pasa a todos en cualquier ámbito de vez en cuando ¿no?

Como decía Carmen Maura, tacita a tacita, hasta completar esa lujosa vajilla que se merecen los comensales que se sientan cada fin de semana en esa mesa deportiva para degustar los platos que nos ofrece nuestro equipo.

A ver si a la última comida tenemos que acudir con traductores…